7 mar 2016

¿Yo te amé?

¿Yo te amé?



Yo te amé, ¿lo sabías? O bueno, al menos eso creo; ya no estoy tan seguro. Tu imagen, antes sinónimo de perfección, se ha convertido en un retrato sin color observándome en mi habitación. Tus besos, antes tan ansiados, se convirtieron en vacíos movimientos sin dulzor que me hacen preguntarme si tendrá algún sentido que tú, y yo, sigamos compartiendo un mismo mundo.
Yo te amaba, o eso es lo que siempre he pensado. Pero ahora todo está confuso, borroso, como si fueses una mancha en mi pared; una figura sin forma que se plasma en el infinito blanco de mi existencia, perturbando la pureza de mi todo.
¿Te amé? ¿Cómo saberlo?
Antes, en cualquier momento y lugar, la respuesta hubiese sido un “sí” rotundo, sin pausas ni dudas, sonriendo, pensando en tu figura y recordando tu voz; pero ahora…
Permíteme explicarme: No quiero que pienses que todos aquéllos momentos, eternos y únicos, fueron mentiras, pues en ellos te juraba amor hasta la muerte. Siempre te fui sincero. Pero aunque aún no hemos muerto, al parecer nuestro amor sí.
Hablemos con la verdad. No entiendo como el amor puede desvanecerse tan pronto, como si no fuese más que una brisa pasajera que nos acaricia durante un segundo y después se marcha, dándonos  la espalda, dejándonos con ganas de ella; y en ese estado permanecemos hasta que llegue la siguiente, y luego la otra y la otra, deseando siempre que se mantenga, con miedo de que sea la última.
No somos niños, no esperamos un cuento de hadas con el: “y vivieron felices para siempre…” pero darme cuenta de nuestra penitencia: el desamor, me hace ver lo estúpido que es iniciar una nueva relación, enamorarnos de nuevo, para luego desencantarnos y  reiniciar el ciclo.
Es tan estúpido. Es tan simple. Es tan complicado.
¡Yo te amé!, ahora lo sé; pero ya no te amo, eso también lo sé.
Después de los momentos tiernos,  los sobrenombres cursis, las miradas en silencio y, las risas comprometidas; ¿qué queda? Nada. ¿Entonces para qué vivirlos?
Dios sabrá porque nos une y nos separa a su conveniencia.
Antes, le gritaba a las nubes mi amor por ti, soñando con que en ellas pudiera ver tu semblante. Ahora, imaginarte, es convertir la noche en tormenta.
            Si amaste y dejaste de amar, ¿en verdad estuviste enamorado? Por favor, que alguien me responda, pues ni escribiéndote estas palabras, que jamás leerás, he hallado respuesta.



15 comentarios:

  1. Como cierto poema de cierto poeta. Es increíble como aveces nosotros mismos nos brindamos esa respuesta, que, a pesar de que no la queremos, es la correcta, y solo hasta el final de ciertos capítulos la comprendemos.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Puedo escribir los versos mas tristes esta noche... Ya no la quiero, es cierto, pero cuanto la quise...
      Creo era algo así, creo es de Pablo Neruda.

      Borrar
    2. Es muy cierto. Yo escribí esto pensando en el coro de una canción. Dice:

      En estos tiempos de huida el amor viene y va
      cuando todo está perdido, otra luz vendrá;
      matará el frío sombrio de la soledad.

      Borrar
    3. Mientras hay vida y esperanza hay algo para construir
      Aferrados a un abrazo para subsistir al vértigo
      Lunático, la sociedad y su látigo es verídico
      Sentimos pánico genético si estamos solos
      Gestos románticos son raros, tiempos modernos,
      Que se burlan de lo tierno y se distancian de lo eterno...

      Borrar
    4. Wow! Es raro toparse con gente como ustedes :D
      Recuerden que... Sin amor no hay futuro!!!

      Borrar
    5. :O Hasta la leí cantando. Por el hecho de conocer la canción, ya siento que os amo xD.

      ¡Sin amor no hay futuro!

      Borrar
  2. Así es el amor, y el corazón de un enamorado u.u

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Todo lo que viene, se tiene que ir, dicen por ahí. Gracias por comentar

      Borrar
  3. Amar es necesario, un mal necesario. Aunque tenga sus momentos amargos siento que vale la pena. Porque toda alegría necesita de la tristeza y viceversa, solo así apreciaremos la belleza que trae el amor, una y otra vez.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Toda la razón. Ese visitante inesperado al que siempre le debemos abrir la puerta.

      Borrar
  4. TAn dulce el amor y casi siempre nos deja un regusto amargo. Unas veces porque se agota de largo y otras porque de corto , no llega. Lo mejor es vivirlo cuando se presenta y cuidarlo cuando se marcha.
    ese sentimiento vivido siempre estará vivo como aquella primera planta que se hizo un arbusto en tu jardín pero se quedó en una esquina a la que ya tu vista no alcanza.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Tan hermosas son tus palabras, que quisiera que fueran mías. Te agradezco por leer y comentar. Espero haya sido de tu agrado así como para lo mí fue leer tu comentario.

      El amor siempre parece que le falta algo, y cuando se distorsiona, se pierde, convierte la dulzura en amargura, creando dudas y rencores que se mantienen hasta que aparece el siguiente

      Borrar
  5. Hace unos meses también me planteaba esa cuestión, sobre todo cuando se comienza otra historia y eres consciente de que sientes mucho más que en la anterior. Me ha gustado mucho el texto, me he sentido identificada ^^

    Saludos.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Sí, a veces da miedo volver a comenzar, pero es un barco en el que merece la pena zarpar.

      Gracias por pasarte!

      Borrar