28 may 2016

¿Cuál es el miedo?

¿Cuál es el miedo?

¿Te identificas con esta foto? 


“Predicar moral es cosa fácil; mucho más fácil que adoptar la vida a la moral que se predica” ‒ Arthur Schopenhauer
“La humanidad tiene una moral doble: una que predica y no practica, y otra que practica y no predica” ‒Bertrand Rusell

¿Cuál es el miedo a que te digan las verdades en tú cara? ¿Cuál es el miedo de escuchar una opinión que te contradiga? ¿Cuál es el miedo de escuchar a alguien decir que estás equivocado? Se supone que eres fuerte, ¿no? Que tienes personalidad, carácter, criterio, ¿entonces por qué ocultas tus acciones para que no se enojen contigo? Si realmente te consideras fuerte, no deberías de andar con la cola entre las patas.  ¿Cuál es tu maldito miedo a contar lo que hiciste? Y sí, me importa un carajo ser grosero en este momento; las normas de educación no me harán políticamente correcto; ni mucho menos me quitaran la razón. ¿Por qué cuentas solo lo que te conviene? No mientes, okey, pero tampoco dices toda la verdad. Te ocultas, sí; te ocultas cobardemente detrás del silencio para que alguien no te diga lo que tú ya sabes que te dirá. Ah pero te gusta que te apoyen, ¿no? Sí, eso te encanta. Que te den ánimos, que te  den aplausos, que te digan que todo estará bien. Te encanta tener un hombro donde llorar cuando estás triste. Te encantan los consejos, eso no lo puedes negar; que te digan qué hacer cuando la vida te confunde. Sí, todo eso es hermoso. Que bello. Que precioso. Ahí todo es color de rosa, ¿no es cierto? Ahí sí todos somos amigos bailando alrededor de unos canto de sirenas. Pero las sirenas mueren cuando es otra la respuesta. Cuando dices algo y te responden con lo que no querías escuchar; cuando esperabas otro consejo; cuando no llega el apoyo deseado. Y no es que esa persona te esté echando mierda, es sólo que difiere de tus acciones y, aún con buenas intenciones, te recomienda todo lo contrario. Pero tú… tú odias eso, y para evitar el episodio incomodo prefieres callarte la boca y guardarte  el secreto. ¿Todos felices? Claro, a base de una mentira.

¿Cuál es el miedo a no tener a razón? ¿Cuál es el miedo a la sinceridad? Te aterra pensar que se pueden enojar contigo; o aún peor, que te hagan enojar con lo que te digan. ¿Dónde coño está la madurez de la que alardeas? Esa que debería bastarte para que no tengas que hacerte oídos sordos tapándote las orejas como un niño. Si tienes la suficiente audición para escuchar palabras bonitas, deberías tener la misma para escuchar esas palabras feítas que tanto te asustan. Porque sí, carajo, sí; admite que te asustan. Te asustan porque eres cobarde. Te asustan porque no quieres ser herido. Nadie en este puto mundo quiere, pero si tan especial te crees, no deberías actuar como esos otros seres (ay, pero que bonito, me salió en rima). Pero te sigues ocultando. Te sigues callando. Maldita sea, sigues diciendo sólo lo que te conviene. En mi diccionario eso es cobardía. Creo que también algo de hipocresía. Coño, no sé, no voy a parar de escribir para buscar una bendita definición; así que, esté en lo correcto o no, te lo diré por gusto: Hipócrita. Ahora te lo repito: Hipócrita. Ahora te lo grito: ¡Hipócrita! Maldita sea estoy volviendo  enojarme. Maldigo mis dedos por no escribir más rápido para así plasmar cien insultos por segundos. Debería hacer un curso de taquigrafía. Ya va, ¿en dónde estaba? Ah,  sí: ¡Hipócrita! Y también podría decirte interesado… o interesada. ¿Ven que bonito soy? No discrimino por sexo. Oh sí, que alguien me dé un nobel.  ¿Y por qué estoy hablando en singular? ¡Hipócritas! ¡Cobardes!  Con la S bien marcada porque el problema es precisamente ese: son muchos. No voy a generalizar, pero coño, sí, son muchos, demasiados. Me superan en número. Bastardos.

Bueno, ya me calmé un poquito, así que regreso al tema del texto: ¿Cuál es tu asqueroso miedo? “No me gusta que se enojen conmigo” excusa. “No quiero hacerte enojar” excusa. “No me gustan las peleas” excusa. “Es mi vida” ¡Pero claro! ¡Que brillante respuesta! ¡Es tu vida! Y te sientes tan orgulloso de ella que se lo ocultas a los demás, ¿verdad campeón? O campeona… ¡No a la discriminación sexual!

Vale, ya me aburrí de escribir; creo que estoy satisfecho. Para que este texto no quede insustancial vamos a darle un bonito final cliché con moraleja incluida. Un par de consejitos para que sigas si te da la gana. Ah y si te parece que aún no he explicado mi punto, por favor vuelve a leer desde el comienzo, porque a estas alturas deberías saber que no es un texto argumentativo. Aquí no vine con la idea de enseñar ni explicar, ¿vale? Muy bien, concluyamos:

|           Deja el maldito miedo (si, ya sé que he repetido muchas veces “maldito” pero la verdad es que no soy muy bueno con las malas palabras). Deja el miedo a que se molesten contigo. El miedo a que te digan lo que no quieres escuchar. Si vas a alardear de ser fuerte, firme, sincero y directo, entonces tienes que serlo a tiempo completo, mi amor. Nada de medias tintas. Y no es tan complicado; yo lo hago (y sí, lo presumo. Soy Mister Engreído). Así que deja de andar inventando excusas para ocultar las cosas. Muéstrate tal como eres, con todo y acciones; sean estas buenas o una absoluta cagada. Ya basta del miedo a la opinión de los demás. O a la opinión de una persona. Porque yo sé que le temes a la opinión de un ser querido en ocasiones; a todos nos pasa. Yo le tenía miedo a la de mi papá… Pero ya estoy alargando mucha esta tontería. Resumen de este sinsentido: Deja el maldito miedo.

Fin.

‒‒‒
Creo que no fui muy agradable en el texto anterior, pero si te gustó, sígueme en mis redes sociales: Facebook y Twitter  y comparte esta publicación. Deja el miedo a dar tu opinión y dime lo que piensas en los comentarios.

¡Gracias por leer!

11 comentarios:

  1. Yo sí soy cobarde, ¿y qué? ¿Acaso mi cobardía perturba tu perfecto entorno? Me dices hipócrita te digo mentiroso (o mentirosa ya que estamos con eso de ser sexualmente incluyentes). Porque alardeas de tu falta de reacción ante comentarios adversos y he visto esa sombra de pánico en tus ojos. ¿Querías un final con moraleja? Jódete. Ahí lo tienes.

    PD: Me encanta cuando un texto me inspira y lo lograste jaja cualquiera me lee y cree que en verdad te estoy respondiendo. ¡Saludos, John!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Jjajajaja ¡incluso yo me lo creí! Pensé: "Oh, hice molestar a Kélly..." Si no fuera por tu PD, probablemente lo seguiría creyendo. Vaya respuesta más épica xD. Que bueno que te inspiré. Gracias por tu gran comentario xD me sacaste una sonrisa y un aplauso.
      Saludos!

      Borrar
  2. Me ha encantado como siempre :) No me considero para nada una persona cobarde y soy de las que dice siempre las cosas a la cara porque no soporto que la gente vaya por detrás, algo muy bien representado en la foto, que por cierto no podría ser más acertada. Me encantaría ponerle este texto a más de uno para ver si abre los ojos jaaja, aunque no creo ni que lo entendiese ;)
    Un saludo :)

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Sí, esa foto es muy buena xD. Te entiendo, yo también soy así, Me gusta decir las verdades de frente, y no le temo a que me las digan a mí. A veces incluso las pido. Más de uno debería leer esto xD

      Gracias por leer, amiga. Un saludo muy grande :3

      Borrar
  3. Yo hujiera puesto un SOMOS, incluyendo al autor ibgreido, porque hasta hoy solo veo buenas notas, pero ¿estaras preparado para el mundo real? Todos pensamos que si lo estamos, pero creeme, nadie lo esta. Excelente texto argumentativo, la doble moral la llevamos todos dentro, creo forma parte de la escencia del ser humano, ademas, el mundo esta hecho con pilares de doble moral, incluso la naturaleza y el universo mismo, puedo suponer que nuestro pensar, sentir y actuar dependen mucho de las circunstancias, incluao cuando andamos chocantes y pedixhes de ayuda que conplasca nuestros berrinches. Digo XD
    Un abrazo muy fuerte estimado John!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Callate, yo, a diferencia de ustedes, he probado muchas veces el fracaso y aún así no temo admitirlo, ni decir lo que pienso, ni mostras mis errores. ¡SOY DIFERENTE A USTEDES!

      Okya xD. Pues sí, esa doble moral esta en todos nosotros. Es una lucha constante entre como nos gustaría ser, lo que somos y lo que deberiamos ser.

      Gracias por comentar, buena amiga :3

      Borrar
  4. ¡Hola Jhon!
    Mi blog ha recibido el premio “The versatile blogger award” y el “Liebster awards” y te he nominado tu blog para este último (“Liebster awards”). ¡Enhorabuena ^-^!

    Entra en mi blog (VerdeZona) si quieres saber más detalles y las instrucciones para tus siguientes nominados.

    Un abrazo fuerte.
    Daniel.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. ¡Vaya! Gracias por este onor, Daniel. Pronto tendré la publicación con mis más sinceros agradecimientos y contestando tu preguntas n.n

      Borrar
  5. Oh! No creí toparme con un texto así, pensé que me encontraría con una reseña jajaja La verdad es que me ha hecho entender algunas cosas, así que... Sí me ha sido de ayuda. A veces simplemente no quiero meterme en ciertos asuntos por qué sé cómo algunas personas pueden reaccionar y me da una flojera enorme ponerme a lidiar con ello. Hay una frase que dice " No hay nada repartido de modo más equitativo que la razón: todo el mundo está convencido de tener suficiente "
    Nos leemos, saludos!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Jajajaj de hecho yo hago pocas reseñas, espero que eso no te decepcione :c. Yo confieso que mi intención al escribír, era simplemente transmitir mi enojo; sin pretender enseñar o reflexionar. Sin embargo me alegra que te pusiera a pensar. Ese miedo es normal. Tu opinión es valiosa, no la calles jamás. Tal vez con lo que digas, alguien pueda aprender. Sólo hablando puedes influir en los demás. Y para ello debes contar lo bueno y lo malo de ti.

      Un saludo!

      Borrar
  6. Hola... yo también formo parte de la iniciativa "No te leo y te dejo spam", por cierto, que buen post. Saludos!!! XD <- Me recordé al ver el comentario de Daniel, aunque sé que él si te lee :D

    ¿Que te puedo decir? Vamos aprendiendo conforme las situaciones se nos van presentando y tocando, muchas nos hacen cambiar de opinión con un giro de 180 grados, aprender de estas situaciones depende de nosotros, así nuestra esencia se va formando, poco a poco, aun cuando caemos en contradicción.
    Un gusto seguir conociendo a la persona que esta detrás del blog!
    Muy buena vibra!!!

    ResponderBorrar